martes, 20 de mayo de 2008

Trono

Astucia de la conformidad, hilván de travesura

En ningún lapso crecidamente

Señal entre mandos

Disímiles trincheras

Con aullidos se tamiza la sangre

Demasiado tarde para ciertos canjes

Nunca ansiaras un período conspicuo

Tornan jornadas insensibles

Me apresas

Me explotas a mí

Asientes conforme

Hasta que torno a correr

Y arrebatar tus suburbios

Mis sentidos en flamas otra vez

No obstante el corazón detone

Extirpando los blasones

Retorno al ramo

Al sitial

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Después de haber recorrido paisajes, vuelve a su andar, a su cotidiana membresia. El lugar ya fue extirpado, no queda en su emblema la marca de origen. Es difuso el terreno aunque se vuelve recogedor.
De todas maneras se reconoce cierto fulgor inicial en se estela, la mirada llega cansada y sacude, la espalda desnuda muestra su camino.

charlotte dijo...

La sangre vuelve a correr, tus piernas sin descanzo, late la tierra, coros sangrantes, miradas encendidas te acompañan, la luna explota en tu atardecer...