Nunca caviló tener el corazón entre sus manos
Percibirlo latir
Verlo
Sin poder regresarlo a situar
Tratar una y otra vez
Quizás ahora es profundo
Realmente insondable desplome
Asirse a las costas
Desplomarse
Profundo
Aferrarse a las lunas
En el justo momento de pedir ayuda…
Desplomarse
Tratar una y otra vez
Desplomarse
Tierra
Roca
Arena
Madera
Desplomarse
Profundo
Sombras
Profundo
Nada
Ufff casi se le olvida
Raza de dos corazones
Emprender el ascenso
Aferrar la cadena de lagrimas maramomozzicas
Vertidas y perfectamente ensambladas, firmes fuertes
Hacia la superficie con una sonrisa
Ventajas de tener dos corazones
1 comentario:
Una noche, supongamos, una noche solitaria me encuentro en un paraje inóspito pero cercano a una gran ciudad con una gran cantidad de maramozzys, popozzyanos espíritus enredados, unso con otros... aglutinados, como en un evento... asi, bullicio, en el medio él, Borges. El gran escritor argentino visitava semejante mundo, por primera vez. No solo por curiosidad sino también para presentar su primera e inédita película después de su muerte. La premisa era verla de a uno, asi iban pasando mientras los demás esperaban en perfecto orden. Así salían atónitos, desconsolados, algunos hasta llorando. Mientras tanto Borges me contó algunos chismes muy chistosos, luego le agarré el brazo a la altura del codo, o un poco más arriba, saqué la lengua como corresponde y mmmm...mmmm... maramomozzy mozzy mozzy...
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